viernes, 3 de agosto de 2007

HOJAS SECAS


Cuando las hojas secas caen de los árboles en el otoño el árbol queda desnudo por varios días... si alguien lo viera en esos momentos y no supiera que después, en la primavera va a reverdecer con nuevas hojas y nuevos bríos, flores y frutos, pensaría que está muerto... pero no es así.En la vida nosotros, todos, tenemos esos períodos en que las hojas se caen y nos quedamos desnudos... algunos por haber perdido un amor o un ser querido, bien sea por la separación definitiva de la muerte, o la separación terrenal de los divorcios o alejamientos...Ese período desnudo puede ser causado por una etapa de mucha necesidad económica... o tal vez de una enfermedad, un accidente... o de pérdida de valores, status, una prisión u hospitalización... Sin embargo, siempre hay que tomar el ejemplo en la naturaleza y vivir armoniosamente con ella, y de la misma manera que un árbol desnudo después va a reverdecer asimismo tenemos que pensar que en esos períodos de desnudez ya bien sea espiritual, económica, sentimental o de cualquier otro tipo después vendrán nuevamente las hojas, las flores y los frutos... y el árbol habrá aprendido su lección y ya no estará triste cuando pierda las hojas.Nunca pierdas la fe... recuerda siempre que cuando una puerta se cierra hay muchas otras que se están abriendo y que el secreto consiste en apartar la vista triste de esa puerta cerrada y llevarla a las otras... en esos momentos es cuando se empieza a ver la luz al final del túnel y el árbol comienza a reverdecer nuevamente

SAN EXPEDITO


San Expedito es contemporaneo de Santa Filomena y San Jorge. Vivió a principios del siglo IV bajo el imperio de Diocleciano, emperador que años más tarde lo mandaría a matar, y era el comandante de una legión de soldados romanos.
A pesar de defender al Imperio Romano de los Barbaros Asiáticos, cierto día fue tocado por la gracia de Dios y recibió Luz Divina; este episodio cambiará para siempre su vida convirtiendose inmediatamente al cristianismo.
Al momento de su conversión un cuervo se hizo presente simbolizando al Espíritu del Mal y le dijo Cras Cras Cras , (lo que en latín siginifica Mañana Mañana Mañana) intentando persuadirlo en la misma hora de su conversión al Cristianismo a que lo dejara para despues.
San Expedito reaccionó enérgicamente aplastando al cuervo con su pie derecho mientras exclamaba Hodie Hodie Hodie (que en latín significa Hoy Hoy Hoy ) no dejare nada para mañana, a partir de hoy seré Cristiano.
El 19 de abril de 303 DC, por orden del Emperador Diocleciano, fue sacrificado en Melitene, sede de una de las Provincias Romanas en Armenia junto con sus compañeros Caio, Galatas, Hermogenes, Aristonico y Rufo.
Por su historia es que San Expedito es un Santo que atiende los casos urgentes, en este mismo momento; los casos que, de producirse una demora, habría un gran perjuicio. Pero este santo Patrono, no atiende para ser venerado, sino para que en acción de gracias nos acerquemos a Dios, sin postergaciones, siguiendo su ejemplo; y en el caso de haber efectuado alguna promesa, también nos pide presteza en cumplir aquello que le fue prometido.
San Expedito es reconocido por el Don que Nuestro Padre Misericordioso le dio para resolver nuestras necesidades en formas urgente pero también es Patrono de los Jóvenes, Socorro de los Estudiantes, Mediador en los Procesos y Juicios, Salud de los Enfermos, Protector en los Problemas de Familia, Laborales y Negocios, pudiendo ser invocado en otros casos

EL MEMORANDUM DE DIOS


PARA: TI

DE: DIOS
Pide consejo.Escucho tu lamento.Este atraviesa la oscuridad, se filtra entre las nubes, se mezcla con laluz de las estrellas, y encuentra su camino hacia mi corazón montado en un rayo del sol.Me he angustiado al escuchar el lamento de una liebre atrapada en elcepo, por el gorrión que ha caído de su nido, por un niño que yace en una charca, o por elhijo que derrama su sangre en una cruz.Sabe también que te escucho. Está en paz. Está tranquilo.Tengo consuelo para tu pena, ya que conozco su causa... y su cura.Lloras por todos tus sueños infantiles que se han desvanecido con losaños.Lloras por tu dignidad que ha sido corrompida por el fracaso.Lloras porque tu potencialidad que ha sido cambiada por seguridad.Lloras por tu individualidad que ha sido pisoteada por la gente.Lloras por tu talento que ha sido desperdiciado por el mal uso.Te consideras desgraciado y te volteas aterrado a causa de la imagen queves en el estanque. ¿Quién es esta mofa humana que te observa con insensibles ojosde vergüenza?En dónde está la gracia de tus modales, la belleza de tu figura, tuagilidad de movimientos, tu claridad de pensamiento, el esplendor de tu conversación? ¿Quién serobó tus bienes? ¿Conoces la identidad del ladrón como la conozco yo?En una ocasión posaste la cabeza en una almohada de hierba en el campode tu padre y observaste una catedral de nubes y supiste que, a su tiempo, todo el orode Babilonia sería tuyo.En una ocasión leíste muchos libros y escribiste muchas cuartillas,convencido, sin temor a equivocarte, que igualarías y superarías toda la sabiduría de Salomón.Y las estaciones desembocarían en los años hasta la eternidad; serías elrey supremo de tu propio paraíso.¿Recuerdas quién implantó en tu ser aquellos planes, sueños y semillasde esperanza?No puedes recordarlo.No recuerdas ese momento en el cual emergiste del vientre de tu madre yposé mi mano sobre tu suave frente.¿Y el secreto que murmuré en tu pequeño oído cuando te concedí misbendiciones?¿Recuerdas nuestro secreto?No puedes recordarlo.El paso de los años ha destruido tus recuerdos, ya que ha llenado tumente con el miedo, la duda, la ansiedad, el remordimiento, el odio, porque no hay lugar paralos recuerdos agradables en donde habitan estas bestias.No llores más. Estoy contigo... y este momento es la línea divisoria detu vida. Todo eso que ha tenido lugar antes no fue más que un lapso parecido al quepasaste dormido en el vientre de tu madre. Lo pasado está muerto. Permite que los muertosentierren a sus muertos.En este día regresas de tu muerte viviente.Este día, al igual que Elías con el hijo de la viuda, me extiendo sobreti tres veces y te devuelvo la vida.En este día, al igual que Eliseo con el hijo de la sunamita, pongo miboca sobre la tuya, mis ojos sobre los tuyos y mis manos sobre tus manos, y tu carne recobrael calor.En este día, al igual que Jesús en la tumba de Lázaro te ordeno quesalgas de tu sepultura para empezar una nueva vida.Este es tu aniversario. Esta es tu nueva fecha de nacimiento. Tu primeravida, al igual que en una obra de teatro era solamente un ensayo. Esta vez el telón estásubido. Esta vez el mundo observa y espera para aplaudir. Esta vez no fallarás.Enciende tus velas. Cómprate tu pastel. Sirve el vino, Has renacido.Al igual que la mariposa al salir de su crisálida, volarás... vuela tanalto como desees, y ni las avispas ni las libélulas ni las cadenas de la humanidadobstaculizarán tu misión o búsqueda de las verdaderas riquezas de la vida.Siente mi mano sobre tu cabeza.Atiende a mi sabiduría.Déjame compartir contigo, otra vez, el secreto que escuchaste a la horade tu nacimiento y que has olvidado.Tú eres el milagro más grande.Eres el milagro más grande del mundo.Esas fueron las primeras palabras que escuchaste. Después lloraste.Todos lloran.Entonces no me creíste... y nada que corrija tu incredulidad ha pasadoen estos años intermedios. ¿Cómo podrías ser un milagro cuando te consideras unfracaso hacia las tareas más sencillas? Cómo puedes ser un milagro cuando tienes pocaconfianza para manejar la más trivial de las responsabilidades? ¿Cómo es posible queseas un milagro cuando llega a estremecerte la duda y permaneces alerta sobre cómoobtener el alimento de mañana?Es suficiente. La leche que se derrama es amarga. Sin embargo, ¿cuántosprofetas, cuántos sabios, cuántos poetas, cuántos artistas, cuántos compositores, cuántoscientíficos, cuántos filósofos y mensajeros he enviado para que te hablaran de tu divinidad,de tu potencialidad para asemejarte a mí, y los secretos para lograrlo? ¿Cómo les trataste?Sin embargo, te sigo amando y estoy ahora a través de estas palabras,para cumplir con el profeta que anuncia que el Señor posará nuevamente su mano, por segundaocasión, para recuperar los indicios de su pueblo.He posado mi mano nuevamente.Esta es la segunda vez.Eres mi indicio.Es inútil preguntar, ¿no sabías, no escuchaste, no se te dijo desde elprincipio? ¿No entendiste la creación de la Tierra?No has sabido; no has escuchado; no has entendido. Se te ha dicho que eres una pieza especial del trabajo, noble en razón,infinito en facultades, expreso y admirable en forma y movimiento igual que un ángelen acción, como un dios encarcelado.Se te ha dicho que eres la sal de la tierra.Se te dio el secreto para mover montañas, para realizar lo imposible.No le creíste a nadie. Quemaste tu mapa de la felicidad: abandonaste tuderecho a tener paz mental; apagaste las velas que habían sido colocadas a lo largo detu ruta hacia la gloria, y después vacilaste, perdido y aterrado, en la oscuridad de lafutilidad y la autocompasión, hasta que caíste en el infierno que era tu propiacreación.Entonces lloraste y golpeaste tu pecho y maldijiste la suerte que sehabía adueñado de ti. Rehusaste aceptar las consecuencias de tus propios pensamientosmezquinos e insignificantes acciones, y buscaste un chivo expiatorio a quien culparde tu fracaso. ¡Con cuánta rapidez lo encontraste!¡Me culpaste a mí!Gritaste que tus defectos, tus mediocridades, tu falta de oportunidad,tus fallas... eran la voluntad de Dios!¡Estabas equivocado!Hagamos un inventario. Primero hagamos la cuenta de tus defectos. ¿Cómovoy a pedirte que construyas una nueva vida si no cuentas con las herramientas?¿Estás ciego? ¿Sale y se mete el sol sin que tú lo atestigües?No. Puedes ver... y los cien millones de receptores que deposité en tusojos te permiten gozar de la magia de una hoja, de un copo de nieve, de un estanque, unaáguila, un niño, una nube, una estrella, una rosa, el arco iris... y la mirada del amor.Anota un don.¿Estás sordo? ¿Puede reír o llorar un bebé sin que te des cuenta?No. Puedes oir... y los veinticuatro mil filamentos que puse en cada unode tus oídos vibran con el viento de la arboleda, con las mareas que chocan contra lasrocas, con la majestuosidad de una ópera, con el canto de un petirrojo, con el juegode los niños... y con la palabra te amo. Anota otro don. ¿Eres mudo? ¿Se mueven tus labios y sólo emiten saliva?No. Puedes hablar... ninguna otra de mis criaturas puede hacerlo, y tuspalabras pueden calmar al enojado, animar al abatido, estimular al cobarde, alegrar altriste, acompañar al solitario, premiar al valeroso, alentar al vencido, enseñar alignorante... y decir te amo. Anota otro don.¿Estás paralítico? ¿Ocasiona tu invalidez que te despojen de tu tierra?No. Te puedes mover. No eres un árbol condenado a una pequeña porción detierra, mientras el mundo y el viento abusan de ti. Puedes pasear, correr,bailar, y trabajar, ya que dentro de tu ser he diseñado quinientos músculos, doscientos huesosy siete mil nervios que están sincronizados para obedecerte. Anota otro don.¿Ni amas ni te aman? ¿Te oprime la soledad día y noche?No. Jamás. Ahora conoces el secreto del amor, que consiste en que pararecibir amor debe entregarse sin reciprocidad. Amar por satisfacción u orgullo, no esamar. El amor es un regalo por el cual no se exige nada a cambio. Ahora sabes que el amorsin egoísmo es su recompensa. Y aun cuando el amor no sea devuelto no está perdido., yaque el amor que no es recíproco regresará a ti y ablandará y purificará tu corazón.Anota otro don. Cuenta doble.¿Es débil tu corazón? ¿Tiene que luchar y esforzarse para mantenerte convida?No. Tu corazón es fuerte. Pon tu mano sobre el pecho y siente su ritmo,bombeando hora tras hora, día y noche, treinta y seis millones de latidos al año, añotras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de cien mil kilómetros de venas,arterias, y que llevan... más de dos millones de litros de sangre al año. El hombrejamás fue creado como una máquina. Anota otro don.¿Estas enfermo de la piel? ¿Las personas se vuelven horrorizadas cuándote acercas?No. Tu piel está limpia y es una maravillosa creación que sólo necesitaque la cuides con jabón, aceite, cepillo y cariño. Con el tiempo todas las armaduras seoxidarán y herrumbrarán, no así tu piel. Finalmente, hasta el más fuerte de losmetales se deteriora por el uso, mas no la cubierta que he creado a tu alrededor. Se renuevaconstantemente; las células viejas son reemplazadas por las nuevas, de igual forma quetu viejo ser es reemplazado por el nuevo. Anota otro don.¿Se están desbaratando tus pulmones? ¿Lucha tu aliento de vida por poderentrar en tu cuerpo?No. Las puertas a la vida te sostienen hasta en el más vil de losambientes que tú has creado y trabajan siempre para filtrar el oxígeno que da la vida através de seiscientos millones de alvéolos que se encargan de librar a tu cuerpo de losdesperdicios gaseosos. Ahora, anota otro don.¿Está envenenada tu sangre? ¿Está diluida por el agua y la supuración?No. En tus cuatro litros de sangre existen veintidós millones de célulasy dentro de cada célula existen millones de moléculas, dentro de cada molécula hay unátomo que oscila más de diez millones de veces por segundo. Cada segundo mueren dosmillones de tus células sanguíneas para ser remplazadas por dos millones más en unaresurrección que ha continuado desde el día de tu nacimiento. De la forma en que esto hasucedido siempre en tu interior, sucede ahora en tu exterior. Anota otro don.¿Eres retardado mental? ¿No puedes pensar por ti mismo?No. Tu cerebro es la estructura más compleja del universo. Lo sé. Dentrode sus mil o más gramos hay trece mil millones de células nerviosas, más de tres vecesmás células que personas habitan tu planeta. Para ayudarte a archivar cada percepción,cada sonido, cada sabor, cada olor, cada acción realizada por ti desde el día en quenaciste, he implantado en tus células más de mil trillones de moléculas proteicas. Todos lossucesos de tu vida se encuentran ahí esperando a que los recuerdes. Y, para ayudar a tucerebro en el gobierno de tu cuerpo, he dispersado en tu organismo cuatro millones deestructuras sensibles al dolor, quinientos mil detectores táctiles y más de doscientos mildetectores de temperatura. Ninguna nación protege sus reservas de oro mejor de lo que tú estásprotegido. Ninguna de sus antiguas maravillas están mejor protegidas que tú.Tú eres mi creación más fina.Dentro de tu ser existe la suficiente fuerza atómica para destruircualquiera de las grandes naciones de tu mundo... y para reconstruirla.¿Eres pobre? ¿No posees oro ni plata?No. ¡Eres rico! Hemos contado juntos tu riqueza. Analiza la lista.Vuelve a contar. ¡Tasa tus bienes!¿Por qué te has traicionado? ¿Por qué gritaste que todos los dones de lahumanidad te habían sido negados? ¿Por qué te engañaste pensando que eras débil paracambiar tu vida? ¿Careces de talento, sentidos, capacidades, placeres, instintos,sensaciones y orgullo? ¿Por qué te arrastras en las sombras, como un gigantederrotado, esperando sólo el transporte hacia la vacía y húmeda bienvenida del infierno? Tienes demasiadas cosas. Tus dones se derraman de tu copa... y tú hassido negligente con ellos, como un niño echado a perder por lujos, debido a que los heimplantado en ti con regularidad y generosidad.Contéstame.Contéstate a ti mismo.¿Qué hombre rico, viejo o joven, retardado o inútil no cambiaría a todassus riquezas por los dones que tú has tratado tan a la ligera?Conoce entonces el primer secreto de la felicidad y el éxito... queposees aún ahora, todos los dones necesarios para obtener la gran gloria. Esos son tus tesoros,tus herramientas con las cuales construir, empezando hoy, la base para una nueva y mejorvida.Por lo tanto, haz como te digo; cuenta tus dones, y está consciente deque eres mi creación más grande. Esta es la primera ley que debes obedecer para realizar elmilagro más grande del mundo, el regreso de tu humanidad de la muerte viviente.Y agradece las lecciones aprendidas de la pobreza. El pobre no es el quetiene poco, sino el que desea mucho... y la verdadera seguridad descansa no en las cosasque uno posee sino en las cosas que puede hacer sin ellas. ¿Dónde están los defectos que ocasionaron tu fracaso? Sólo existen en tumente.Cuenta tu dones.Y la segunda ley se parece a la primera. Ten conciencia de tuindividualidad.Te has condenado a una fosa común, y ahí permaneces, incapaz de perdonartu propio error, destruyéndote con odio hacia tu ser, autoincriminación, repulsiónhacia los crímenes que has cometido contra ti y contra otros.¿No estás perplejo?¿No te preguntas por qué soy capaz de perdonar tus faltas, tustransgresiones, tu vergonzoso comportamiento... aun cuando tú no puedes perdonarte?Ahora me dirijo a ti por tres razones. Me necesitas. No eres una hordade destrucción dentro de una masa gris de mediocridad. Y... eres una gran rareza.Analiza una pintura de Rembrandt, o un bronce de Degas o un violínStradivarius o una obra de Shakespeare. Son de mucho valor por dos razones: sus creadoreseran maestros y son pocos en cantidad. Sin embargo, existe más de uno en cadaespecialidad.Siguiendo este razonamiento, eres el tesoro más valioso en la superficiede la tierra, pues sabes quién te creó y no hay nadie como tú.Nunca ha habido entre los setenta mil millones de seres que han caminadosobre el planeta desde que éste fue creado, un ser que haya sido exactamente igual a ti.Nunca, hasta el fin del mundo, habrá otro igual a ti. No has mostrado conciencia o aprecio de tu individualidad.Más, eres una creación única en el mundo.De tu padre emanaron en su momento de amor supremo, un sinnúmero desemillas de amor, más de cuatrocientos millones. Todas ellas, mientras nadabandentro de tu madre, entregaron el alma a Dios y murieron. ¡Todas, excepto una! Tú.Sólo tú preservaste dentro del amoroso calor del cuerpo de tu madre,buscando tu otra mitad, una sola célula de tu madre, tan pequeña que se necesitarían másde dos millones de estas para llenar una bellota. Sin embargo, a pesar de lasimposibilidades, y el vasto océano de oscuridad y desastre, perseveraste, encontraste la célulainfinitesimal, te uniste a ella y empezó una nueva vida. Tu vida.Llegaste, trayendo contigo, como lo hacen todos los niños, el mensajeque dice que no me he desilusionado del hombre. Dos células, ahora unidas en un milagro.Dos células, cada una con veintitrés cromosomas y en cada cromosoma cientos de genes queregirán cada característica tuya, desde el color de tus ojos hasta el encanto de tusmodales y el tamaño de tu cerebro.Con todas las combinaciones bajo mi gobierno, empezando por eseespermatozoide solitario de entre cuatrocientos millones, de tu padre, hasta loscientos de genes en cada uno de los cromosomas de tus padres podría haber creado trescientosbillones de seres, siendo cada uno diferente.¿Pero a quién creé?A ti. Único en su clase. Único entre los únicos. Un premio sin precio,poseedor de cualidades en mente, habla, movimiento, apariencia y acciones que nuncatuvo otro ser que haya vivido, viva o viviere.¿Por qué te has valorado en centavos cuando tu valor es comparable a lariqueza de un rey?¿Por qué escuchaste a quienes te menospreciaron?... y, peor aún, ¿porqué les creíste?Recuerda. No sigas escondiendo tu individualidad en la oscuridad.Sácala. Muéstrala al mundo. Esfuérzate por no caminar como tu hermano, ni a hablar como hablatu dirigente, ni a trabajar como trabaja el mediocre. Nunca hagas lo que otro. Nuncaimites a nadie. Como ya sabes, no debes imitar al malo, pues el que lo imita, siempre losupera, mientras que quien imita al bueno siempre se queda corto... No imites a nadie. Sétú mismo. Muestra al mundo tu individualidad y él te bañará en oro. Esta es, pues, lasegunda ley.Proclama tu individualidad. Y ahora has recibido dos leyes.¡Cuenta tus dones! ¡Proclama tu individualidad!No tienes trabas. No eres mediocre.Haces una señal afirmativa. Fuerzas una sonrisa. Admites tu propiadecepción. ¿Y tu próxima queja? ¿La oportunidad nunca te busca?Acepta el consejo, y eso pasará, ya que ahora te doy la ley del éxito entodo. Hace muchos siglos se dio esta ley a tus antepasados desde la cima de una montaña.Algunos siguieron la ley y se salvaron; sus vidas estaban llenas con el fruto de lafelicidad, el cumplimiento, el oro y la paz mental. La mayoría no escuchó, ya que buscaba mediosmágicos, rutas tortuosas, o esperó a que el demonio llamado suerte le mandara lasriquezas de la vida. Esperó en vano... igual que tú esperaste, y después lloró, del mismomodo que tú, culpándome por su falta de suerte.Esta ley es sencilla. Joven o viejo, mendigo o rey, blanco o negro,hombre o mujer... todos pueden utilizar el secreto en provecho propio, ya que de todas lasnormas, pláticas y escritos sobre el éxito y cómo lograrlo, solamente un método nunca hafallado... si alguien te pide que le acompañes a caminar un kilómetro... acompáñalo dos.Entonces esta es la tercera ley... el secreto que producirá riquezas yte proyectará más allá de tus sueños. ¡sigue adelante otro kilómetro!El único medio cierto de triunfar es rendir más y mejor de lo que seespera de ti, sin importar de que se trate. Este es un hábito seguido por todas laspersonas de éxito desde el principio de los tiempos. Por lo tanto, te digo que el camino más seguropara condenarte a la mediocridad es realizar solamente el trabajo por el que se te paga.No pienses que te están engañando si rindes más de lo que se te paga, yaque hay un péndulo para toda la vida y lo que trabajes, si no te es recompensadoahora, lo será mañana multiplicado por diez. El mediocre nunca camina otro kilómetro,piensa que no vale la pena seguir adelante. Pero tú no eres mediocre. Caminar otrokilómetro es un privilegio del que debes apropiarte por iniciativa propia. No puedes, nodebes, y la responsabilidad de tu fracaso son únicamente tuyos.Ya no puedes servir recibiendo solamente la compensación que enprincipio será entregada, sin sufrir la pérdida de la recompensa. La causa y el efecto,medios y fines, semilla y fruto, no pueden estar separados. El efecto es la causa, elfin preexiste en los medios y el fruto está siempre en la semilla.Camina otro kilómetro.No te preocupes por ti mismo, ya que así servirías a un amodesagradecido. Sírvelo más.Y en lugar de él, deja que sea yo el que está endeudado, y así sabrásque cada minuto, cada servicio extra será remunerado. Mientras mayor sea el pagoretenido, mejor será para ti... y el interés compuesto en el interés compuesto es elbeneficio más grande de la ley.No puedes ordenar el éxito, sólo puedes merecerlo... y ahora conoces elgran secreto necesario para merecer su extraña recompensa.¡Camina otro kilómetro!¿En dónde se encuentra el campo desde el cual gritaste que no existíauna oportunidad? ¡Observa! Mira a tu alrededor. Vé que , en donde sólo ayer te revolcabasen la autocompasión, ahora caminas erguido sobre una alfombra de oro. Nada hacambiado... excepto tú, pero tú lo eres todo.Eres mi milagro más grande.Eres el milagro más grande del mundo.Y ahora las leyes de la felicidad y el éxito son tres.¡Cuenta tus dones! ¡Proclama tu individualidad! ¡Camina otro kilómetro!Sé paciente con tu progreso. Para contar tus dones con gratitud, paraproclamar tu individualidad con orgullo, para caminar otro kilómetro más y despuésotro, estos actos no pueden hacerse en un abrir y cerrar de ojos. Pues lo que obtienes conmayor dificultad, lo retienes durante más tiempo; como aquellos que ganan una fortuna, sonmás cuidadosos con ella que aquellos que la heredan.Y no temas entrar en tu nueva vida. Toda adquisición noble se obtienecon sus riesgos. Quien teme encontrar algo, no debe esperar obtener lo otro. Ahora sabesque eres un milagro. Y no existe el temor en un milagro.Sé orgulloso. No eres un capricho momentáneo de un creador descuidadoque hace experimentos en el laboratorio de la vida. No eres un esclavo de fuerzasque no puedes comprender. Eres una manifestación libre de mi ser, de mi amor. Fuistecreado con un propósito.Siente mi mano. Escucha mis palabras.Me necesitas... y yo te necesito.Tenemos un mundo que reconstruir... y si se necesita de un milagro, ¿quées eso para nosotros? Ambos somos milagros y ahora nos tenemos el uno al otro.Jamás he perdido la fe en ti desde aquel día en que por primera vez tesalvé de la ola gigantesca y te arrojé desamparado sobre la playa. De la forma en quemides el tiempo, esto tuvo lugar hace más de quinientos millones de años. Hubo muchosmodelos, muchos cortes, muchas tallas antes de que alcanzara la perfección en ti, hacemás de treinta mil años. No he hecho un esfuerzo posterior para mejorarte a últimas fechas.¿Pues cómo voy a mejorar un milagro? Eras una maravilla que contemplar yme sentía satisfecho. Te di este mundo y el dominio sobre él. Después, para quefueras capaz de alcanzar el máximo de tu potencial, posé mi mano sobre ti, una vez más,y te doté de poderes desconocidos para todas las demás criaturas del universo, aúnhasta hoy.Te di el poder de pensar.Te di el poder de amar.Te di el poder de determinar.Te di el poder de reír.Te di el poder de imaginar.Te di el poder de crear.Te di el poder de planear.Te di el poder de hablar.Te di el poder de rezar.Mi orgullo era que no conocías ataduras. Eras mi creación última, mimayor milagro. Un ser vivo completo. Uno que puede adaptarse a cualquier clima, acualquier trabajo pesado, a cualquier desafío. Uno que puede crear su propio destino sin ningunainterferencia por mi parte. Uno que puede traducir cualquier sensación, o percepción, nopor el instinto, sino mediante el pensamiento y el análisis en cualquier acción que seamejor para él y para toda la humanidad.Así pues, llegamos a la cuarta ley del éxito y la felicidad... ya que tedi un poder más, un poder tan grande que ni los ángeles lo poseen.Te di... el poder de elección.Con este regalo te situé por encima de mis ángeles... ya que los ángelesno son libres para escoger el pecado. Te di dominio total sobre tu propio destino. Te dijeque determinaras por ti mismo tu propia naturaleza de acuerdo con tu propia voluntad. Nosiendo ni divino ni terrestre por naturaleza fuiste libre de modelarte en la forma en queprefieras. Poseías el poder de elección para degenerar en la forma más baja de vida, perotambién tenías el poder, fuera del juicio de tu alma, de renacer en la forma más elevada,que es divina.Nunca te he quitado tu gran poder, o sea, el de elección.¿Qué has hecho con esta tremenda fuerza? Mírate. Piensa en laselecciones que has hecho en tu vida y recuerda, ahora, aquellos amargos momentos en los quecaerías de rodillas si tan sólo tuvieras la oportunidad de elegir nuevamente.Lo pasado, pasado está... y ahora conoces la cuarta gran ley para lafelicidad y el éxito... Usa sabiamente tu poder de elección.Elige amar... en lugar de odiar.Elige reír... en lugar de llorar.Elige crear... en lugar de destruir.Elige perseverar... en lugar de renunciar.Elige alabar... en lugar de criticar.Elige curar... en lugar de herir.Elige dar... en lugar de robar.Elige actuar... en lugar de aplazar.Elige crecer... en lugar de consumirte.Elige bendecir... en lugar de blasfemar.Elige vivir... en lugar de morir.Ahora sabes que tus desventuras no eran mi voluntad ya que todos lospoderes empleados sobre ti, y el monto de acciones y pensamientos que te situaron en elrechazo de la humanidad eran lo que tú hacías, no yo. Mis regalos de poder erandemasiado grandes para tu pequeña naturaleza. Ahora te has vuelto grande y sabio, y losfrutos de la tierra serán para ti.Eres algo más que un ser humano, eres un ser humano digno. Eres capaz de realizar maravillas. Tu potencialidad es ilimitada. ¿Cuálotra de mis criaturas ha dominado el fuego? ¿Cuál otra de mis criaturas haconquistado la gravedad; ha caminado por los cielos; ha dominado la enfermedad, la peste y lasequía?¡Nunca menosprecies nuevamente a tu persona!¡No te rebajes por las cosas insignificantes de la vida!¡Nunca ocultes tus talentos, de ahora en adelante!Recuerda al niño que dijo: "Cuando sea un niño grande". ¿Pero qué eseso? Los niños grandes dicen: "Cuando crezca". Y los adultos dicen: "Cuando me case".Pero, ¿después de todo qué es estar casado? El pensamiento entonces cambia a: "Cuandome jubile". Y entonces, llega la jubilación y observa el panorama de lo hecho; unviento helado pasa sobre eso y de alguna forma lo ha perdido y se ha ido.Disfruta de este día, hoy... y mañana disfruta mañana.Has realizado el milagro más grande del mundo.Has regresado de tu muerte viviente.Nunca más sentirás autocompasión y cada nuevo día será un desafío y unaalegría.Has nacido nuevamente... pero igual que antes, puedes elegir entre elfracaso y la desesperación o el éxito y la felicidad. La elección es exclusivamentetuya. Yo solamente puedo observarte, como antes... orgulloso... o apenado.Recuerda entonces las cuatro leyes de la felicidad y el éxito.Anota tus dones.Proclama tu individualidad.Camina otro kilómetro.Usa sabiamente tu poder de elección.Y algo más, para complementar las otras cuatro leyes.Haz todo con amor... amor por ti, amor por otros y amor por mí.Seca tus lágrimas. Sal, toma mi mano y manténte erguido.Permíteme quitarte las mortajas que te atan.Este día ha sido notificado.Tú eres el milagro más grande del mundo.

SAN BENITO ABAD



Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental; Lema:"Ora y Labora", representado emblemáticamente por el arado y la cruz. Fiesta: 11 de julio; Etimología: Benito: "bendecido". San Benito nació de familia rica en Nursia, Italia, en el año 480. Su hermana gemela,Escolástica,también alcanzó la santidad. Fue enviado a Roma para estudiar la retórica y la filosofía. Desilusionado de la vida en la gran ciudad, se retiró a Enfide (la actual Affile),para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva. Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía. Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en en la montaña de Cassino en 529.Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis. Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos.Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos. Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito. San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio. (Adaptada de "Vidas de los Santos" de Butler.)Si atendemos a la enorme influencia ejercida en Europa por los seguidores de San Benito, es desalentador comprobar que no tenemos biografías contemporáneas del padre del "monasticismo occidental". Lo poco que conocemos acerca de sus primeros años, proviene de los "Diálogos" de San Gregorio, quien no proporciona una historia completa, sino solamente una serie de escenas para ilustrar los milagrosos incidentes de su carrera. Benito nació y creció en la noble familia Anicia, en el antiguo pueblo de Sabino en Nurcia, en la Umbría en el año 480. Esta región de Italia es quizás la que mas santos ha dado a la Iglesia. Cuatro años antes de su nacimiento, el bárbaro rey de los Hérculos mató al último emperador romano poniendo fin a siglos de dominio de Roma sobre todo el mundo civilizado. Ante aquella crisis, Dios tenía planes para que la fe cristiana y la cultura no se apagasen ante aquella crisis. San Benito sería el que comienza el monasticismo en occidente. Los monasterios se convertirán en centros de fe y cultura.De su hermana gemela, Escolástica, leemos que desde su infancia se había consagrado a Dios, pero no volvemos a saber nada de ella hasta el final de la vida de su hermano. El fue enviado a Roma para su "educación liberal", acompañado de una "nodriza", que había de ser, probablemente, su ama de casa. Tenía entonces entre 13 y 15 años, o quizá un poco más. Invadido por los paganos de las tribus arias, el mundo civilizado parecía declinar rápidamente hacia la barbarie, durante los últimos años del siglo V: la Iglesia estaba agrietada por los cismas, ciudades y países desolados por la guerra y el pillaje, vergonzosos pecados campeaban tanto entre cristianos como entre gentiles y se ha hecho notar que no existía un solo soberano o legislador que no fuera ateo, pagano o hereje.En las escuelas y en los colegios, los jóvenes imitaban los vicios de sus mayores y Benito, asqueado por la vida licenciosa de sus compañeros y temiendo llegar a contaminarse con su ejemplo, decidió abandonar Roma.Se fugó, sin que nadie lo supiera, excepto su nodriza, que lo acompañó. Existe una considerable diferencia de opinión en lo que respecta a la edad en que abandonó la ciudad, pero puede haber sido aproximadamente a los veinte años.Se dirigieron al poblado de Enfide, en las montañas, a treinta millas de Roma.No sabemos cuanto duró su estancia, pero fue suficiente para capacitarlo a determinar su siguiente paso. Pronto se dio cuenta de que no era suficiente haberse retirado de las tentaciones de Roma; Dios lo llamaba para ser un ermitaño y para abandonar el mundo y, en el pueblo lo mismo que en la ciudad, el joven no podía llevar una vida escondida, especialmente después de haber restaurado milagrosamente un objeto de barro que su nodriza había pedido prestado y accidentalmente roto.En busca de completa soledad, Benito partió una vez más, solo, para remontar las colinas hasta que llegó a un lugar conocido como Subiaco (llamado así por el lago artificial formado en tiempos de Claudio, gracias a la represión de las aguas del Anio).En esta región rocosa y agreste se encontró con un monje llamado Romano, al que abrió su corazón, explicándole su intención de llevar la vida de un ermitaño. Romano mismo vivía en un monasterio a corta distancia de ahí; con gran celo sirvió al joven, vistiéndolo con un hábito de piel y conduciéndolo a una cueva en una montaña rematada por una roca alta de la que no podía descenderse y cuyo ascenso era peligroso, tanto por los precipicios como por los tupidos bosques y malezas que la circundaban. En la desolada caverna, Benito pasó los siguientes tres años de su vida, ignorado por todos, menos por Romano, quien guardó su secreto y diariamente llevaba pan al joven recluso, quien lo subía en un canastillo que izaba mediante una cuerda. San Gregorio dice que el primer forastero que encontró el camino hacia la cueva fue un sacerdote quien, mientras preparaba su comida un domingo de Resurrección, oyó una voz que le decía: "Estás preparándote un delicioso platillo, mientras mi siervo Benito padece hambre".

El sacerdote, inmediatamente, se puso a buscar al ermitaño, al que encontró al fin con gran dificultad. Después de haber conversado durante un tiempo sobre Dios y las cosas celestiales, el sacerdote lo invitó a comer, diciéndole que era el día de Pascua, en el que no hay razón para ayunar. Benito, quien sin duda había perdido el sentido del tiempo y ciertamente no tenía medios de calcular los ciclos lunares, repuso que no sabía que era el día de tan grande solemnidad. Comieron juntos y el sacerdote volvió a casa. Poco tiempo después, el santo fue descubierto por algunos pastores, quienes al principio lo tomaron por un animal salvaje, porque estaba cubierto con una piel de bestia y porque no se imaginaban que un ser humano viviera entre las rocas . Cuando descubrieron que se trataba de un siervo de Dios, quedaron gratamente impresionados y sacaron algún fruto de sus enseñanzas. A partir de ese momento, empezó a ser conocido y mucha gente lo visitaba, proveyéndolo de alimentos y recibiendo de él instrucciones y consejos. Aunque vivía apartado del mundo, San Benito, como los padres del desierto, tuvo que padecer las tentaciones de la carne y del demonio, algunas de las cuales han sido descritas por San Gregorio:" Cierto día, cuando estaba solo, se presentó el tentador. Un pequeño pájaro negro, vulgarmente llamado mirlo, empezó a volar alrededor de su cabeza y se le acercó tanto que, si hubiese querido, habría podido cogerlo con la mano, pero al hacer la señal de la cruz el pájaro se alejó. Una violenta tentación carnal, como nunca antes había experimentado, siguió después. El espíritu maligno le puso ante su imaginación el recuerdo de cierta mujer que él había visto hacía tiempo, e inflamó su corazón con un deseo tan vehemente, que tuvo una gran dificultad para reprimirlo. Casi vencido, pensó en abandonar la soledad; de repente, sin embargo, ayudado por la gracia divina, encontró la fuerza que necesitaba y, viendo cerca de ahí un tupido matorral de espinas y zarzas, se quitó sus vestiduras y se arrojó entre ellos. Ahí se revolcó hasta que todo su cuerpo quedó lastimado. Así, mediante aquellas heridas corporales, curó las heridas de su alma", y nunca volvió a verse turbado en aquella forma. En Vicovaro, en Tívoli y en Subiaco, sobre la cumbre de un farallón que domina Anio, residía por aquel tiempo una comunidad de monjes, cuyo abad había muerto y por lo tanto decidieron pedir a San Benito que tomara su lugar. Al principio rehusó, asegurando a la delegación que había venido a visitarle que sus modos de vida no coincidían --quizáél había oído hablar de ellos--.Sin embargo, los monjes le importunaron tanto, que acabó por ceder y regresó con ellos para hacerse cargo del gobierno . Pronto se puso en evidencia que sus estrictas nociones de disciplina monástica no se ajustaban a ellos, porque quería que todos vivieran en celdas horadadas en las rocas y, a fin de deshacerse de él, llegaron hasta poner veneno en su vino. Cuando hizo el signo de la cruz sobre el vaso, como era su costumbre, éste se rompió en pedazos como si una piedra hubiera caído sobre él. "Dios os perdone, hermanos", dijo el abad con tristeza. "¿Por qué habéis maquinado esta perversa acción contra mí? No os dije que mis costumbres no estaban de acuerdo con las vuestras? Id y encontrad un abad a vuestro gusto, porque después de esto yo no puedo quedarme por más tiempo entre vosotros". El mismo día retornó a Subiaco, no para llevar por más tiempo una vida de retiro, sino con el propósito de empezar la gran obra para la que Dios lo había preparado durante estos años de vida oculta. Empezaron a reunirse a su alrededor los discípulos atraídos por su santidad y por sus poderes milagrosos, tanto seglares que huían del mundo, como solitarios que vivían en las montañas. San Benito se encontró en posición de empezar aquel gran plan , quizás revelado a él en la retirada cueva, de "reunir en aquel lugar, como en un aprisco del Señor, a muchas y diferentes familias de santos monjes dispersos en varios monasterios y regiones, a fin de hacer de ellos un sólo rebaño según su propio corazón, para unirlos más y ligarlos con los fraternales lazos, en una casa de Dios bajo una observancia regular y en permanente alabanza al nombre de Dios". Por lo tanto, colocó a todos los que querían obedecerle en los doce monasterios hechos de madera , cada uno con su prior. El tenía la suprema dirección sobre todos, desde donde vivía con algunos monjes escogidos, a los que deseaba formar con especial cuidado. Hasta ahí, no tenía escrita una regla propia, pero según un antiguo documento, los monjes de los doce monasterios aprendieron la vida religiosa, "siguiendo no una regla escrita, sino solamente el ejemplo de los actos de San Benito". Romanos y bárbaros, ricos y pobres, se ponían a disposición del santo, quien no hacía distinción de categoría social o nacionalidad. Después de un tiempo, los padres venían para confiarles a sus hijos a fin de que fueran educados y preparados para la vida monástica. San Gregorio nos habla de dos nobles romanos, Tértulo, el patricio y Equitius, quienes trajeron a sus hijos, Plácido, de siete años y Mauro de doce, y dedica varias páginas a estos jóvenes novicios.(Vease San Mauro, 15 de enero y San Plácido, 5 de octubre).En contraste con estos aristocráticos jóvenes romanos, San Gregorio habla de un rudo e inculto godo que acudió a San Benito, fue recibido con alegría y vistió el hábito monástico. Enviado con una hoz para que quitara las tupidas malezas del terreno desde donde se dominaba el lago, trabajó tan vigorosamente, que la cuchilla de la hoz se salió del mango y desapareció en el lago.El pobre hombre estaba abrumado de tristeza, pero tan pronto como San Benito tuvo conocimiento del accidente, condujo al culpable a la orilla de las aguas, le arrebató el mango y lo arrojó al lago. Inmediatamente, desde el fondo, surgió la cuchilla de hierro y se ajustó automáticamente al mango.El abad devolvió la herramienta, diciendo: "¡Toma! Prosigue tu trabajo y no te preocupes". No fue el menor de los milagros que San Benito hizo para acabar con el arraigado prejuicio contra el trabajo manual, considerado como degradante y servil. Creía que el trabajo no solamente dignificaba, sino que conducía a la santidad y, por lo tanto, lo hizo obligatorio para todos los que ingresaban a su comunidad, nobles y plebeyos por igual. No sabemos cuanto tiempo permaneció el santo en Subiaco, pero fue lo suficiente para establecer su monasterio sobre una base firme y fuerte.Su partida fue repentina y parece haber sido impremeditada. Vivía en las cercanías un indigno sacerdote llamado Florencio quien, viendo el éxito que alcanzaba San Benito y la gran cantidad de gente que se reunía en torno suyo, sintió envidia y trató de arruinarlo. Pero como fracasó en todas sus tentativas para desprestigiarlo mediante la calumnia y para matarlo con un pastel envenenado que le envió (que según San Gregorio fue arrebatado milagrosamente por un cuervo), trató de seducir a sus monjes, introduciendo una mujer de mala vida en el convento. El abad, dándose perfecta cuenta de que los malvados planes de Florencio estaban dirigidos contra él personalmente, resolvió abandonar Subiaco por miedo de que las almas de sus hijos espirituales continuaran siendo asaltadas y puestas en peligro. Dejando todas sus cosas en orden, se encaminó desde Subiaco al territorio de Monte Cassino. Es esta una colina solitaria en los límites de Campania, que domina por tres lados estrechos valles que corren hacia las montañas y, por el cuarto, hasta el Mediterráneo, una planicie ondulante que fue alguna vez rica y fértil, pero que, carente de cultivos por las repetidas irrupciones de los bárbaros, se había convertido en pantanosa y malsana. La población de Monte Cassino, en otro tiempo lugar importante, había sido aniquilada por los godos y los pocos habitantes que quedaban, habían vuelto al paganismo o mejor dicho, nunca lo habían dejado. Estaban acostumbrados a ofrecer sacrificios en un templo dedicado a Apolo, sobre la cuesta del monte. Después de cuarenta días de ayuno, el santo se dedicó, en primer lugar, a predicar a la gente y a llevarla a Cristo. Sus curaciones y milagros obtuvieron muchos conversos, con cuya ayuda procedió a destruir el templo, su ídolo y su bosque sagrado. Sobre las ruinas del templo, construyó dos capillas y alrededor de estos santuarios se levantó, poco a poco, el gran edificio que estaba destinado a convertirse en la más famosa abadía que el mundo haya conocido. Los cimientos de este edificio parecen haber sido echados por San Benito, alrededor del año 530.De ahí partió la influencia que iba a jugar un papel tan importante en la cristianización y civilización de la Europa post-romana. No fue solamente un museo eclesiástico lo que se destruyó durante la segunda Guerra Mundial , cuando se bombardeó Monte Cassino. Es probable que Benito, de edad madura, en aquel entonces, pasara nuevamente algún tiempo como ermitaño; pero sus discípulos pronto acudieron también a Monte Cassino. Aleccionado sin duda por su experiencia en Sabiaco, no los mandó a casas separadas, sino que los colocó juntos en un edificio gobernado por un prior y decanos, bajo su supervisión general. Casi inmediatamente después, se hizo necesario añadir cuartos para huéspedes, porque Monte Cassino, a diferencia de Subiaco, era fácilmente accesible desde Roma y Cápua. No solamente los laicos, sino también los dignatarios de la Iglesia iban para cambiar impresiones con el fundador, cuya reputación de santidad, sabiduría y milagros habíase extendido por todas partes. Tal vez fue durante ese período cuando comenzó su "Regla", de la que San Gregorio dice que da a entender "todo su método de vida y disciplina, porque no es posible que el santo hombre pudiera enseñar algo distinto de lo que practicaba".Aunque primordialmente la regla está dirigida a los monjes de Monte Cassino, como señala el abad Chapman, parece que hay alguna razón para creer que fue escrita para todos los monjes del occidente, según deseos del Papa San Hormisdas. Está dirigida a todos aquellos que, renunciando a su propia voluntad, tomen sobre sí"la fuerte y brillante armadura de la obediencia para luchar bajo las banderas de Cristo, nuestro verdadero Rey", y prescribe una vida de oración litúrgica, estudio, ("lectura sacra") y trabajo llevado socialmente, en una comunidad y bajo un padre común. Entonces y durante mucho tiempo después, sólo en raras ocasiones un monje recibía las órdenes sagradas y no existe evidencia de que el mismo San Benito haya sido alguna vez sacerdote. Pensó en proporcionar "una escuela para el servicio del Señor", proyectada para principiantes, por lo que el ascetismo de la regla es notablemente moderado. No se alentaban austeridades anormales ni escogidas por uno mismo y, cuando un ermitaño que ocupaba una cueva cerca de Monte Cassino encadenó sus pies a la roca, San Benito le envió un mensaje que decía: "Si eres verdaderamente un siervo de Dios, no te encadenes con hierro, sino con la cadena de Cristo". La gran visión en la que Benito contempló, como en un rayo de sol, a todo el mundo alumbrado por la luz de Dios, resume la inspiración de su vida y de su regla. El santo abad, lejos de limitar sus servicios a los que querían seguir su regla, extendió sus cuidados a la población de las regiones vecinas: curaba a los enfermos, consolaba a los tristes, distribuía limosnas y alimentó a los pobres y se dice que en más de una ocasión resucitó a los muertos. Cuando la Campaña sufría un hambre terrible, donó todas las provisiones de la abadía, con excepción de cinco panes. "No tenéis bastante ahora", dijo a sus monjes, notando su consternación, "pero mañana tendréis de sobra". A la mañana siguiente, doscientos sacos de harina fueron depositados por manos desconocidas en la puerta del monasterio. Estos ejemplos se han proporcionado para ilustrar el poder profético de San Benito, al que se añadía el don de leer los pensamientos de los hombres. Un noble al que convirtió, lo encontró cierta vez llorando e inquirió la causa de su pena. El abad repuso: "este monasterio que yo he construido y todo lo que he preparado para mis hermanos, ha sido entregado a los gentiles por un designio del Todopoderoso. Con dificultad he logrado obtener misericordia para sus vidas". La profecía se cumplió cuarenta años después, cuando la abadía de Monte Cassino fue destruida por los lombardos. Cuando el godo Totila avanzaba triunfante a través del centro de Italia, concibió el deseo de visitar a San Benito, porque había oído hablar mucho de él. Por lo tanto, envió aviso de su llegada al abad, quien accedió a verlo. Para descubrir si en realidad el santo poseía los poderes que se le atribuían, Totila ordenó que se le dieran a Riggo, capitán de su guardia, sus propias ropas de púrpura y lo envió a Monte Cassino con tres condes que acostumbraban asistirlo. La suplantación no engañó a San Benito, quien salud ó a Riggo con estas palabras: "hijo mío, quítate las ropas que vistes; no son tuyas". Su visitante se apresuró a partir para informar a su amo que había sido descubierto. Entonces, Totila, fue en persona hacia el hombre de Dios y, se dice que se atemorizó tanto, que cayó postrado. Pero Benito lo levantó del suelo , le recriminó por sus malas acciones y le predijo, en pocas palabras, todas las cosas que le sucederían.Al punto, el rey imploró sus oraciones y partió, pero desde aquella ocasión fue menos cruel.Esta entrevista tuvo lugar en 542 y San Benito difícilmente pudo vivir lo suficiente para ver el cumplimiento total de su propia profecía.

SAN ANTONIO DE PADUA


San Antonio nació en Portugal, pero adquirió el apellido por el que lo conoce el mundo, de la ciudad italiana de Padua, donde murió y donde todavía se veneran sus reliquias.León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes.Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año
"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" -San Antonio
"Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo" -un biógrafo de ese tiempo.
Patrón de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. Se le invoca por los objetos perdidos y para pedir un buen esposo/a. Es verdaderamente extraordinaria su intercesión.
Vino al mundo en el año 1195 y se llamó Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nombre que cambió por el de Antonio al ingresar en la orden de Frailes Menores, por la devoción al gran patriarca de los monjes y patrones titulares de la capilla en que recibió el hábito franciscano. Sus padres, jóvenes miembros de la nobleza de Portugal, dejaron que los clérigos de la Catedral de Lisboa se encargaran de impartir los primeros conocimientos al niño, pero cuando éste llegó a la edad de quince años, fue puesto al cuidado de los canónigos regulares de San Agustín, que tenían su casa cerca de la ciudad. Dos años después, obtuvo permiso para ser trasladado al priorato de Coimbra, por entonces capital de Portugal, a fin de evitar las distracciones que le causaban las constantes visitas de sus amistades.
No le faltaron las pruebas. En la juventud fue atacado duramente por las pasiones sensuales. Pero no se dejó vencer y con la ayuda de Dios las dominó. El se fortalecía visitando al Stmo. Sacramento. Además desde niño se había consagrado a la Stma. Virgen y a Ella encomendaba su pureza.
Una vez en Coimbra, se dedicó por entero a la plegaria y el estudio; gracias a su extraordinaria memoria retentiva, llegó a adquirir, en poco tiempo, los más amplios conocimientos sobre la Biblia. En el año de 1220, el rey Don Pedro de Portugal regresó de una expedición a Marruecos y trajo consigo las reliquias de los santos frailes-franciscanos que, poco tiempo antes habían obtenido allá un glorioso martirio. Fernando que por entonces había pasado ocho años en Coimbra, se sintió profundamente conmovido a la vista de aquellas reliquias y nació en lo íntimo de su corazón el anhelo de dar la vida por Cristo.
Poco después, algunos frailes franciscanos llegaron a hospedarse en el convento de la Santa Cruz, donde estaba Fernando; éste les abrió su corazón y fue tan empeñosa su insistencia, que a principio de 1221, se le admitió en la orden. Casi inmediatamente después, se le autorizó para embarcar hacia Marruecos a fin de predicar el Evangelio a los moros. Pero no bien llegó a aquellas tierras donde pensaba conquistar la gloria, cuando fue atacado por una grave enfermedad (hidropesía),que le dejó postrado e incapacitado durante varios meses y, a fin de cuentas, fue necesario devolverlo a Europa. La nave en que se embarcó, empujada por fuertes vientos, se desvió y fue a parar en Messina, la capital de Sicilia. Con grandes penalidades, viajó desde la isla a la ciudad de Asís donde, según le habían informado sus hermanos en Sicilia, iba a llevarse a cabo un capítulo general. Aquella fue la gran asamblea de 1221, el último de los capítulos que admitió la participación de todos los miembros de la orden; estuvo presidido por el hermano Elías como vicario general y
San Francisco, sentado a sus pies, estaba presente. Indudablemente que aquella reunión impresionó hondamente al joven fraile portugués. Tras la clausura, los hermanos regresaron a los puestos que se les habían señalado, y Antonio fue a hacerse cargo de la solitaria ermita de San Paolo, cerca de Forli. Hasta ahora se discute el punto de si, por aquel entonces, Antonio era o no sacerdote; pero lo cierto es que nadie ha puesto en tela de juicio los extraordinarios dones intelectuales y espirituales del joven y enfermizo fraile que nunca hablaba de sí mismo. Cuando no se le veía entregado a la oración en la capilla o en la cueva donde vivía, estaba al servicio de los otros frailes, ocupado sobre todo en la limpieza de los platos y cacharros, después del almuerzo comunal.
Mas no estaban destinadas a permanecer ocultas las claras luces de su intelecto. Sucedió que al celebrarse una ordenación en Forli, los candidatos franciscanos y dominicos se reunieron en el convento de los Frailes Menores de aquella ciudad. Seguramente a causa de algún malentendido, ninguno de los dominicos había acudido ya preparado a pronunciar la acostumbrada alocución durante la ceremonia y, como ninguno de los franciscanos se sentía capaz de llenar la brecha, se ordenó a San Antonio, ahí presente, que fuese a hablar y que dijese lo que el Espíritu Santo le inspirara. El joven obedeció sin chistar y, desde que abrió la boca hasta que terminó su improvisado discurso, todos los presentes le escucharon como arrobados, embargados por la emoción y por el asombro, a causa de la elocuencia, el fervor y la sabiduría de que hizo gala el orador. En cuanto el ministro provincial tuvo noticias sobre los talentos desplegados por el joven fraile portugués, lo mandó llamar a su solitaria ermita y lo envió a predicar a varias partes de la Romagna, una región que, por entonces, abarcaba toda la Lombardía. En un momento, Antonio pasó de la oscuridad a la luz de la fama y obtuvo, sobre todo, resonantes éxitos en la conversión de los herejes, que abundaban en el norte de Italia, y que, en muchos casos, eran hombres de cierta posición y educación, a los que se podía llegar con argumentos razonables y ejemplos tomados de las Sagradas Escrituras.
En una ocasión, cuando los herejes de Rímini le impedían al pueblo acudir a sus sermones, San Antonio se fue a la orilla del mar y empezó a gritar: "Oigan la palabra de Dios, Uds. los pececillos del mar, ya que los pecadores de la tierra no la quieren escuchar". A su llamado acudieron miles y miles de peces que sacudían la cabeza en señal de aprobación. Aquel milagro se conoció y conmovió a la ciudad, por lo que los herejes tuvieron que ceder.
A pesar de estar muy enfermo de hidropesía, San Antonio predicaba los 40 días de cuaresma. La gente presionaba para tocarlo y le arrancaban pedazos del hábito, hasta el punto que hacía falta designar un grupo de hombres para protegerlo después de los sermones.
Además de la misión de predicador, se le dio el cargo de lector en teología entre sus hermanos. Aquella fue la primera vez que un miembro de la Orden Franciscana cumplía con aquella función. En una carta que, por lo general, se considera como perteneciente a San Francisco, se confirma este nombramiento con las siguientes palabras: "Al muy amado hermano Antonio, el hermano Francisco le saluda en Jesucristo. Me complace en extremo que seas tú el que lea la sagrada teología a los frailes, siempre que esos estudios no afecten al santo espíritu de plegaria y devoción que está de acuerdo con nuestra regla". Sin embargo, se advirtió cada vez con mayor claridad que, la verdadera misión del hermano Antonio estaba en el púlpito. Por cierto que poseía todas las cualidades del predicador: ciencia, elocuencia, un gran poder de persuasión, un ardiente celo por el bien de las almas y una voz sonora y bien timbrada que llegaba muy lejos. Por otra parte, se afirmaba que estaba dotado con el poder de obrar milagros y, a pesar de que era de corta estatura y con cierta inclinación a la corpulencia, poseía una personalidad extraordinariamente atractiva, casi magnética. A veces, bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies; parecía que de su persona irradiaba la santidad. A donde quiera que iba, las gentes le seguían en tropel para escucharle, y con eso había para que los criminales empedernidos, los indiferentes y los herejes, pidiesen confesión. Las gentes cerraban sus tiendas, oficinas y talleres para asistir a sus sermones; muchas veces sucedió que algunas mujeres salieron antes del alba o permanecieron toda la noche en la iglesia, para conseguir un lugar cerca del púlpito. Con frecuencia, las iglesias eran insuficiente para contener a los enormes auditorios y, para que nadie dejara de oírle, a menudo predicaba en las plazas públicas y en los mercados. Poco después de la muerte de San Francisco, el hermano Antonio fue llamado, probablemente con la intención de nombrarle ministro provincial de la Emilia o la Romagna. En relación con la actitud que asumió el santo en las disensiones que surgieron en el seno de la orden, los historiadores modernos no dan crédito a la leyenda de que fue Antonio quien encabezó el movimiento de oposición al hermano Elías y a cualquier desviación de la regla original; esos historiadores señalan que el propio puesto de lector en teología, creado para él, era ya una innovación. Más bien parece que, en aquella ocasión, el santo actuó como un enviado del capítulo general de 1226 ante el Papa, Gregorio IX, para exponerle las cuestiones que hubiesen surgido, a fin de que el Pontífice manifestara su decisión. En aquella oportunidad, Antonio obtuvo del Papa la autorización para dejar su puesto de lector y dedicarse exclusivamente a la predicación. El Pontífice tenía una elevada opinión sobre el hermano Antonio, a quien cierta vez llamó "el Arca de los Testamentos", por los extraordinarios conocimientos que tenía de las Sagradas Escrituras.
Desde aquel momento, el lugar de residencia de San Antonio fue Padua, una ciudad donde anteriormente había trabajado, donde todos le amaban y veneraban y donde, en mayor grado que en cualquier otra parte, tuvo el privilegio de ver los abundantísimos frutos de su ministerio. Porque no solamente escuchaban sus sermones multitudes enormes, sino que éstos obtuvieron una muy amplia y general reforma de conducta. Las ancestrales disputas familiares se arreglaron definitivamente, los prisioneros quedaron en libertad y muchos de los que habían obtenido ganancias ilícitas las restituyeron, a veces en público, dejando títulos y dineros a los pies de San Antonio, para que éste los devolviera a sus legítimos dueños. Para beneficio de los pobres, denunció y combatió el muy ampliamente practicado vicio de la usura y luchó para que las autoridades aprobasen la ley que eximía de la pena de prisión a los deudores que se manifestasen dispuestos a desprenderse de sus posesiones para pagar a sus acreedores. Se dice que también se enfrentó abiertamente con el violento duque Eccelino para exigirle que dejase en libertad a ciertos ciudadanos de Verona que el duque había encarcelado. A pesar de que no consiguió realizar sus propósitos en favor de los presos, su actitud nos demuestra el respeto y la veneración de que gozaba, ya que se afirma que el duque le escuchó con paciencia y se le permitió partir, sin que nadie le molestara.
Después de predicar una serie de sermones durante la primavera de 1231, la salud de San Antonio comenzó a ceder y se retiró a descansar, con otros dos frailes, a los bosques de Camposampiero. Bien pronto se dio cuenta de que sus días estaban contados y entonces pidió que le llevasen a Padua. No llegó vivo más que a los aledaños de la ciudad. El 13 de junio de 1231, en la habitación particular del capellán de las Clarisas Pobres de Arcella recibió los últimos sacramentos. Entonó un canto a la Stma. Virgen y sonriendo dijo: "Veo venir a Nuestro Señor" y murió. Era el 13 de junio de 1231. La gente recorría las calles diciendo: "¡Ha muerto un santo! ¡Ha muerto un santo!.Al morir tenía tan sólo treinta y cinco años de edad. Durante sus funerales se produjeron extraordinarias demostraciones de la honda veneración que se le tenía. Los paduanos han considerado siempre sus reliquias como el tesoro más preciado.
San Antonio fue canonizado antes de que hubiese transcurrido un año de su muerte; en esa ocasión, el Papa Gregorio IX pronunció la antífona "O doctor optime" en su honor y, de esta manera, se anticipó en siete siglos a la fecha del año 1946, cuando el Papa Pío XII declaró a San Antonio "Doctor de la Iglesia".
Se le llama el "Milagroso San Antonio" por ser interminable lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos, desde el momento de su muerte. Uno de los milagros mas famosos de su vida es el de la mula: Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús está en la Santa Hostia. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, y luego cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló.
Iconografía: Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos. En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras. En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real.
San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama "pan de San Antonio"; esta tradición comenzó a practicarse en 1890. No hay ninguna explicación satisfactoria sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso que se relata entre los milagros, en la "Chronica XXIV Generalium" (No. 21): un novicio huyó del convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver el libro.
En Padua hay una magnífica basílica donde se veneran sus restos mortales.

SAN FRANCISCO DE ASIS


1182, enero-febrero - Francisco nace en Asís, de Pedro de Bernardone y madonna Pica (ver Casa de San Francisco).
1192 aprox. - Frecuenta la escuela de los canónigos de la parroquia y hospital de San Jorge.
1196 - A los 14 años empieza trabajar en el comercio de tejidos de su padre.
1198 - La clase burguesa de Asís se subleva contra los nobles e instaura el régimen comunal.
1201, noviembre - Francisco combate con el ejército asisano contra Perusa y es apresado.
1202, noviembre - Regresa de la prisión y cae enfermo. Las pruebas le ayudan a madurar.
1205, verano - Animado por un sueño se dirige a combatir en Puglia; el Señor lo vuelve atrás en Espoleto.
1205, otoño - Una dulzura interior lo arrastra a la oración y a ser generoso con pobres y leprosos.
¿noviembre? - En
San Damián Cristo desde la Cruz lo invita a reparar su Iglesia. Vende el caballo y algunas telas caras y entra en conflicto con el padre.
¿diciembre? - Tras un mes escondido, hace frente al padre, que lo encierra y lo denuncia.
1206, ¿enero? - convencido por el obispo, devuelve a su padre el dinero y toda su ropa, consagrándose al Señor. A Clara le hubiese gustado hacer lo mismo, pero tiene apenas 13 años y tiene que esperar.

Nada para el camino

1206, invierno - Breve estancia en Gubbio. Regresa a San Damián, a reparar la iglesia.
1208, 24 de febrero - Oye el Evangelio de la misión de los apóstoles (Mt 10) y lo pone en práctica, despojándose de sandalias, bastón, cintura, dinero, alforja, etc.
16 de abril - Invita a la conversión y saluda con la paz. Lo siguen los primeros compañeros: Bernardo de Quintavalle y Pedro Cattanei. Se instalan en
Rivotorto.
23 de abril - Se les une fray Gil y Francisco recorre con él la Marca de Ancona.
primavera-verano - Nuevos compañeros. Los anima a pedir limosna. A falta de libros les enseña a adorar la Cruz y a rezar Padre nuestros, en vez de los salmos.
verano - Cuando ya son ocho, los envía de dos en dos por el mundo, entre grandes padecimientos y burlas de la gente, más ellos soportan todo con paciencia.

La Regla es el Evangelio

1209, invierno - Regresan a Rivotorto. Francisco compone una Regla breve, con frases del Evangelio. La nueva Orden se llamará "Hermanos Menores".
¿23 de abril? - Inocencio III aprueba oralmente
la Regla.
noviembre - El emperador Otón pasa por Rivotorto y Francisco no permite que los hermanos salgan a verlo.
25 de diciembre -
La Navidad cae en domingo y Francisco responde a fray Morico que ese día no sólo no hay que ayunar, sino que hasta las paredes deberían ser untadas de carne.
1210-1211 - La estrechez del lugar les obliga a abandonar Rivotorto. Se instalan en
Santa María de la Porciúncula, iglesia en ruínas de los benedictinos de Asís.
1211, lunes santo - La joven y noble
Clara de Asís ya tiene 18 años. Después de rechazar las propuestas matrimoniales de algunos pretendientes, una noche escapa de casa y se une a Francisco. Se retira en el monasterio de Panzo
1211-1212 - Clara, con su hermana Inés y otras compañeras, se traslada de Panzo a San Damián.

Por los caminos del mundo

1212 - Cuaresma de Francisco y los suyos en "Las Cárceles" del monte Subasio.
primavera - Previo discernimiento de Clara y Silvestre, deciden salir de Asís, de dos en dos. Francisco predica en Cannara y a los pájaros en Bevaña. primavera-verano - Con fray Maseo por la provincia de Siena y en Roma. verano-otoño - Se embarca rumbo a Siria, pero no pasa de las costas croatas.
1213, 8 de mayo - En Montefeltro el conde Orlando de Chiusi le ofrece el monte de
la Verna. primavera-verano - Encuentro fraterno en Asís. Se dirige a Marruecos con fray Bernardo.
verano - 1214 verano - La enfermedad y otras dificultades le impiden llegar a Marruecos, pero recorre España y Portugal, hasta Santiago de Compostela.
1214-15 - En Asís se le unen algunos nobles y letrados: Fray Pacífico,
Tomás de Celano, Juan Parenti, Alberto y Agnello de Pisa, Elías, etc.
1215, 2 de agosto - Acabada de restaurar, se consagra al culto la iglesia de la Porciúncula. noviembre - El Santo participa en el Concilio IV de Letrán. Conoce a Santo Domingo.
1216, primavera - Por disposición conciliar se reúne el primer capítulo general oficial de la Orden l(capítulo "de los 300" en San Verecundo, Gubbio).
julio - Inocencio III, concede un
privilegio "de pobreza" a Santa Clara y muere en Perusa, atendido por San Francisco, que solicita al sucesor, Honorio III, la indulgencia de la Porciúncula.
El cardenal Hugolino, protector de la Orden

1217, Pentecostés - Primer capítulo general en la Porciúncula. Creación de las provincias y elección de los ministros. Primer envío a países cristianos fuera de Italia.
junio-julio - Francisco quiere ir a Francia.
El cardenal Hugolino lo detiene en Florencia y se ofrece a ayudarlo como protector de la Orden.
1218, invierno - Fracasan las misiones extranjeras. Comparecencia y predicación memorable ante el papa, que concede a Hugolino como protector. Francisco se reúne con Santo Domingo en casa del cardenal.
Pascua - Hugolino visita
la Porciúncula y San Damián y se hace cargo de las clarisas.
Pentecostés - Hugolino y Santo Domingo en el capítulo general.
1219, Cuaresma - Fundación del monasterio de damianitas de Monticelli (Florencia). Hugolino y Francisco redactan para ellas unos Estatutos.

San Francisco y el sultán de Egipto

1219, Pentecostés - Primer envío de religiosos a países musulmanes.
1219-1220 - Francisco se embarca en Ancona, rumbo a Oriente. Asiste a la toma de Damieta
en Egipto y, arriesgando su vida, logra entrevistarse con el Sultán Melek-el-Kamel, que quedó impresionado de la fe de aquel hombre, que le parecía "un verdadero cristiano".
1220, 16 de enero - Martirio de los cinco hermanos enviados a Marruecos. Sus restos trasladados a Coimbra animan a Fernando de Lisboa (Antonio de Pádua) a hacerse fraile Menor.

La crisis: gobernar con el ejemplo

1220, Pentecostés - Cápitulo general en ausencia de Francisco. El malestar provocado por algunas decisiones de los ministros y vicarios del Santo le obligan a regresar de Oriente antes de lo previsto. Vuelve enfermo de malaria y con una grave infección ocular. septiembre - Hugolino lo ayuda a resolver los problemas de la Orden. El papa impone el noviciado y no acepta su renuncia al cargo de ministro general.
septiembre-octubre - Francisco, enfermo y deprimido, delega el gobierno de la Orden en un vicario: fray Pedro Cattani.
otoño - Enfermo y convaleciente en casa del obispo Guido II. Se acusa publicamente de sus faltas y se castiga duramente, para dar ejemplo.
1221, marzo - Muere el vicario Pedro Cattanei. El sucesor será fray Elías de Asís

El último capítulo "de las esteras"

1221, Pentecostés - Último capitulo de las esteras, con 3000 participantes. Se crea la provincia de Alemania. San Antonio, destinado a Montepaolo (Forlí), se revela un gran predicador.
Austeridad, ciencia y virtud
1221, verano-otoño - El santo recorre el centro y sur de Italia. Pasa la cuaresma de San Martín en Contigliano. Huye de la vanagloria y se mortifica más de lo debido, para dar ejemplo. A un novicio que le pide un salterio, le enseña a anteponer la virtud a la ciencia. Recorre el centro y las regiones meridionales de Italia.
Un santo con depresión

1222: primavera - Francisco regresa a Asís con una fuerte depresión, manifestada, por ejemplo, en su visita a Clara y a sus hermanas reclusas en San Damián. Pentecostés - Tenso capítulo por la presión de algunos ministros, que prefieren la Regla de San Agustín o la de San Benito.
Predicador popular
1222, primavera-verano - Recorrido por el norte de Italia. Francisco predica en Alejandría y Bolonia.
otoño - en Florencia, Poggibonsi, Siena y Sarteano (Siena), donde combate las tentaciones abrazando bolas de nieve.
Aprobación de la Regla definitiva
1223, invierno - Con fray León en
Fontecolombo , para redactar la regla definitiva. Elías extravía el texto y el Santo la compone de nuevo. primavera-verano - La enfermedad le impide ir al Capítulo, donde los ministros debían debatir el nuevo texto. La fiebre le hace delirar. noviembre - Honorio III corrige el borrador y aprueba la Regla (bula "Solet anuere".
1223, diciembre - 1224, abril - Francisco regresa a Fontecolombo. En
Greccio, representación del Nacimiento de Cristo. Permanece allí hasta la Pascua.
1224, abril-mayo - A Asís por Perusa. Dicta a fray León "la verdadera alegría". Durante el capítulo se limita a rezar y a dar buen ejemplo. Entra en vigor la nueva Regla. En adelante los capítulos serán trienales. Se crea la provincia de Inglaterra.
Crucificado con Cristo
1224, verano - Francisco se entretiene con la cigarra y el ruiseñor. Sale de Asís, se detiene en Montecasale y la Verna, donde decide hacer una Cuaresma del 15 de agosto al 29 de septiembre. El 14 de septiembre recibe en su cuerpo la impresión de las llagas.
El lobo de Gubbio
otoño - Baja de la Verna por Borgo, Sansepolcro, Montecasale, Cittá de Castello (un mes), Gubbio (los lobos), San Verecundo (la cerda y el cordero), Asís. Continúa con fray Elías por Foligno Terni y Narni. Oculta las llagas, pero el Señor las manifiesta con prodigios.
San Francisco, la paz y las criaturas
1225, invierno-primavera - Enfermo y casi ciego en San Damián. Compone el Cantico de las Criaturas. Reconcilia al obispo y al "podestá" de Asís.
Gravemente enfermo
verano-otoño - A Rieti (La Foresta,
Fontecolombo) para una cura oftalmológica.
1226, invierno - A Siena, para otra intervención quirúrgica. Se agrava.
primavera - Con fray Elías en
Celdas de Cortona. Nuevo agravamiento.
primavera-verano - En la Porciúncula y en un eremitorio cerca de Nocera.
Muerte y sepultura
1226, septiembre - Gravísimo en el obispado de Asís. Ultimas voluntades y el Testamento.
Finales de septiembre - Pide el traslado a
la Porciúncula. Últimas bendiciones.
3 de octubre - "Bienvenida la hermana muerte".Muere desnudo en el suelo.
4 octubre - Solemnes funerales y traslado a Asís, por
San Damián. Llanto de Clara y las damianitas. Fray Elías lo coloca en un sarcófago de piedra con rejas de hierro, en la iglesia de San Jorge.
Canonización y sepultura definitiva
1227, marzo. Muere Honorio III. Eligen sucesor al
cardenal Hugolino, con el nombre de Gregorio IX.
1228, 16 julio - Gregorio IX canoniza a San Francisco en la explanada de la iglesia de San Jorge (plaza de Santa Clara).
17 julio - El papa coloca en la "Colina del Infierno" la primera piedra de la
Basílica de San Francisco, para su sepultura, y nombra a Fray Elías responsable de la construcción.
1230, mayo - traslado del sarcófago con los restos del Santo a la nueva iglesia.
1253, abril - Inocencio IV consagra solemnemente la doble Basilica de San Francisco.
11 agosto -
Muere Santa Clara. Inocencio IV preside sus funerales.

PADRE MARIO


El pequeño Giuseppe Mario nació un 1º de agosto de 1915. Italia ya era parte de una guerra que había comenzado en Europa y que se extendía amenazante hacia el resto de los países del mundo. El panorama no era muy alentador para una joven familia que vivía en carne propia el derrumbe de todo un continente. Y con la llegada del rayón, que desplazó a la seda natural, el negocio familiar entró en crisis. El horror de la guerra obligó a una gran cantidad de europeos a buscar una nueva vida en América. Los Pantaleo vendieron su casa a una Orden de Clarisas de Clausura y partieron rumbo a la Argentina.En los años '20 llegaron a nuestro país, más precisamente a la ciudad de Alta Gracia en Córdoba. Sus padres internaron al pequeño Mario como alumno pupilo en un hogar salesiano. Cuando la paz volvió decidieron volver a Italia pero, por alguna razón que se desconoce, lo dejaron a cargo de los hermanos salesianos, Mario sólo tenía seis o siete años. Luego de un tiempo, los salesianos no tuvieron más noticias de los padres y recurrieron a las autoridades italianas para solicitar la repatriación del pequeño. El único familiar que habían logrado localizar era una tía, quien se haría cargo de su destino. Así fue como ese chiquito volvió solo a Italia en un barco lleno de extraños. ¿Qué cosas pasarían por la cabeza de Mario? ¿Cómo se sentiría ante tanto abandono e incertidumbre? ¿Qué sería de su vida? ¿Dónde estaba su familia? ¿Volvería a ver a sus padres? "Sé que sintieron un rechazo hacia mí y por eso me dejaron al cuidado de una nodriza", dijo Mario una vez. Al llegar a Génova fue recibido por su tía Rubina y fue internado en un seminario en Arezzo a cargo de sacerdotes. Sin su ayuda podría haber terminado en cualquier orfanato. Los recuerdos que el Padre tenía de su infancia eran muy vagos, quizás porque la tristeza fue su única compañera. Este capítulo de su vida fue, quizás, el más doloroso. ¿Qué clase de persona puede llegar a ser completamente feliz cuando no tiene una base sólida de afecto?. El Padre Mario lo sabía bien porque vivió ese dolor en carne propia. PICCOLO MARIOLO EI pequeño Mariolo, como le decía su familiar, dio muestras de su vocación desde muy pequeño. En los jardines del Palazzo Pantaleo había una glorieta y a unos metros de ésta, una mesita de piedra donde el pequeño de sólo 4 años jugaba a ser cura. Su hermana mayor lo encontró una tarde en plena tarea y ocultándose entre los árboles espió la ceremonia. Con una fina y larga tela, el niño cubrió sus hombros alrededor del cuello. En la mesa acomodó minuciosamente un pedazo de pan y una copita con agua sobre una impecable servilleta blanca. Con sus pequeñas manos elevó el pan hacia el cielo, lo mojó en la copita y les dio las migas a las palomas que asistían inocentemente al juego. La hermana, sorprendida, le preguntó: "¿Qué estas haciendo, Mariolo?", y como respuesta recibió: "Pero... Yo soy un Padre!! ". Si bien todos los hijos del Señor estamos bajo su constante vigilia, a algunos los elige especialmente para realizar su tarea en este mundo. Y existen muchos testimonios de apariciones y contactos con lo divino que podrían considerarse prueba de ello. El pequeño Giuseppe Mario fue, quizás, uno de esos elegidos.Siendo un pequeño de 3 añitos, Mariolo sufrió una crisis muy aguda de asma. Su madre Ida, desesperada, lo acompañó con sus plegarias rogando por la vida de su hijito. Se dice que, en un momento, uno de los rincones de la habitación comenzó a iluminarse y, según contó Ida más tarde a su familia, apareció ante ellos la imagen de Santa Teresita. El Padre Mario nunca tuvo un recuerdo muy claro de ese momento porque era muy pequeño. Lo único que quedó fijo en su memoria fue la sensación de una intensa luz, que baño con su calidez, a él y a su madre. A partir de allí Mario no dejó de adorar y dedicar todas sus plegarias a Santa Teresita que, junto con la Virgen de la Inmaculada Concepción, fueron las únicas imágenes que trajo a nuestro país de su Italia Natal. NUEVAMENTE HACIA ARGENTINA En Italia, siendo ya un adolescente, la luz de esperanza que guardaba en su corazón de poder reencontrarse con sus padres se fue apagando al ser internado en el seminario de Arezzo, bajo la tutela de su tía Rubina. A pesar de la corta distancia entre Arezzo y su Pistoia natal, el joven Mario no pudo volver a estar con sus padres. Por cuestiones económicas, luego de una corta estadía, fue internado en otro seminario en Viterbo, a pocos kilómetros de la imponente Roma. Más tarde, por la misma razón y siempre bajo la tutela de su madrina Rubina, pasó al seminario de Salerno, al sur de Nápoles, sobre el mar Tirreno, ese mar azul fue testigo y compañero de largas caminatas y atardeceres solitarios de un joven que quedaría mareado en el alma cuando tomó conciencia de que nunca pudo disfrutar de sus padres como lo habían hecho sus hermanos Andrés, Inés y Salvador, y también supo que ya no los vería nunca más.Ya seminarista de 20 años, Giuseppe Mario decidió conocer a un Sacerdote capuchino muy especial: el Padre Pío de Pietrelcina. Este humilde hombre, recientemente beatificado por el Vaticano, se convirtió en confesor del joven Pantaleo. Entre ellos nació una relación fraternal. Mario encontró en él paz y consejo. Por esto, decidió verlo y consultarlo tantas veces como le fue posible. El 3 de diciembre de 1944 -etapa final de la Gran Guerra-, Giuseppe Mario Pantaleo, de 29 años se ordenó sacerdote católico. Pocos días después, el 8 de diciembre, celebró su primera misa en Matera, pueblo cercano al Golfo de Táranto, y comenzó un corto peregrinaje por Italia, pues todavía no había sido designado para cubrir un puesto fijo. En 1946, uno de sus superiores le habló a Mario sobre un pedido de sacerdotes que había llegado al Vaticano. Nada menos que Monseñor Caggiano, titular máximo de la Iglesia argentina, le había solicitado al Papa Pío XII que le enviara ministros. El Padre Mario decidió que ése era su destino: sumarse a la tarea de la Iglesia en un país lejano que él ya conocía. No podía quedarse más tiempo deambulando sin rumbo en Italia. El sabía que debía cumplir con una tarea y el camino se abría en América. Mientras comenzaba a preparar su partida, decidió ver nuevamente al Padre Pío para ponerlo al tanto de su decisión. El capuchino, luego de confesarlo, le dijo: "Ve, hijo mío, estás en tu camino... Tú también has sido elegido para una singular misión... Adiós, hijo, adiós".El 4 de marzo de 1948 regresa a la Argentina José Mario Pantaleo, pero en esta oportunidad como Sacerdote. Por pedido del cardenal primado Antonio Caggiano, el Vaticano tuvo que enviar varios ministros de la iglesia por falta de sacerdotes. El primer destino del Padre Mario fue la iglesia de San Pedro, en Casilda. El Padre sabía que su misión en estas tierras no iba a ser sencilla, luego de un corto período en este pueblito de Santa Fe, fue nombrado como capellán en el Hospital Provincial de Rosario, donde atendía a los enfermos, realizaba distintas tareas sociales y había tejido amistades muy profundas. Aunque esta situación duró poco, Mario fue destinado a Rufino un lugar lejano a sus inquietudes. Dos años pasaron para que el Padre Mario se decidiera a pedir el traslado a una gran Ciudad donde pudiera cumplir con su otra vocación, estudiar filosofía. El destino fue el Hospital Ferroviario en Buenos Aires. De tanto transitar destinos el padre decide buscarse su lugar en el mundo y con los pocos ahorros que poseía y los muchos sueños que lo acompañaban, logra comprarse un terrenito en el olvidado y lejano pueblo de González Catán. El Padre quería afincarse en este pueblo, pero antes debía obtener el derecho a oficiar misa (incardinación).Los comentarios sobre sus facultades para realizar curaciones milagrosas le cerraban muchas puertas entre las autoridades eclesiásticas. Mario estaba envuelto en la disyuntiva.Por momentos pensaba si Argentina era su destino o debía marcharse. Eran tiempos de necesidades extremas. Durante nueve años, además de su trabajo en el Hospital Ferroviario y como Sacerdote asistente de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, Mario Pantaleo dormía en un baño del subsuelo del Hospital Santojanni; donde había logrado ser asistente del Capellán. Los años sucesivos en la vida del Padre Mario Pantaleo pueden leerse en la Reseña Histórica de la Obra.