miércoles, 1 de agosto de 2007

EL DRAGON Y LA JOVEN


Un gran dragón vivía solo en una oculta región. Vivía con su familia, pero un mal rayo se la llevó.
Tan sólo sentía dolor, añoranza y gran temor.
Hasta que cierto sombrío día decidió, volar tras las nubes hasta el mundo inferior.
Arrancó sus escamas y de blanco se vistió, surcando el cielo estrellado, a extraño lugar llegó.
Claridad de una noche lunar, le ayudó a contemplar, como junto a una destartalada fuente una joven no dejaba de llorar.
Acercósele sigiloso, y le fue a preguntar:
¿Cómo tan bella muchacha no cesa de llorar?
A lo que ella asustada contestó:
¿Quién sois vos, y qué os interesa mi desventura?
El dragón, encantado por su melodiosa voz, quiso impresionarla con enorme valor, proponiéndole así, este mensaje de amor:
Linda muchacha que en la noche desahoga su dolor, dime si aceptas esta mi proposición.
Proceded gran espíritu, que os escucho con gran atención. Yo como poderoso dragón, te libraré de tu pena si conmigo compartes la vida eterna. No más pena, no más angustia ni dolor.
La muchacha confusa contestó:
¡OH gran dragón! No podéis librarme de mi pena, porque fue algo que ocurrió y no tiene solución. Mas yo no podría compartir el infinito con un ser que no es igual a mí. Dos mil formas hay de amar pero yo a ti nunca te podría aceptar.
Preciosa niña, deshaces en mí toda ilusión. Pues yo contigo quisiera ser feliz y no importa que yo sea dragón. Pero inmersa en desgracia estoy, sin poder hacer nada, porque de amor estoy dolida, tan triste y perdida que ya ni en los sueños encuentro salida. Salida a esta gran depresión , consecuencia de unmaldito impostor, que juróme estar aquí esta noche y no apareció.
Destruyó todo cuanto yo tenía: familia, casa, caballos e ilusión. Para prometerme gran amor, y yo loca egoísta creí a ese cretino malhechor.
No atormentes tu cabeza y no cierres tus grandes ojos, que tienen la luz que me falta.
Lo que has de hacer es empezar a olvidar tu amargo pasado y abrir de nuevo tu bondadoso corazón. Que seguro en un cercano futuro encontrarás a un buen señor, que te aprecie tanto como lo hiciere
yo.
Gracias amigo dragón, admiro tu buena intención. Haré caso de tu sabio consejo y buscaré a un buen hombre que no quiera dañar mi corazón.
Feliz quedaré si consigues encontrar a ese galán ideal.
El dragón volvió su corrompido rostro y caminando lento, desplegó sus alas provocando fuerte viento. Voló alto, era una recortada silueta que se alejaba hasta el firmamento.
La joven sentada junto a la fuente acariciaba sus aguas. Risueña quiso ver su imagen reflejada, con tal mala fortuna que resbaló y golpeándose la cabeza, bajo el negro manto del agua quedó.
Gélida, pálida, sumergida permaneció, sólo un escalofriante fulgor fue recorriendo su espalda, hasta que sus ojos lentamente se cerraron.
El dragón, desde las alturas, al ver a la joven sin vida se lanzó empicado contra la fúnebre fuente, con una larga llamarada de ardiente fuego en sus fauces.
Loco de rabia, de sus garras relámpagos sacó, de sus verdes ojos lágrimas punzantes y desgarrando su corazón se transformó en chispeante humo.
Subiendo de nuevo al cielo, con la muchacha entre sábanas de algodón, el dragón desencadenó toda su fuerza, asustando a todos los que dormidos estaban.
Pero cuando el sol nació, y vio tal vibrante situación, lanzó sus rayos contra el alma del dragón apagando su terrible furia.
Tanta energía se liberó que el cuerpo de la joven con el del dragón se fundió, cayendo sobre la tierra en forma de semilla, que más tarde germinó dando lugar a la más
bella flor.

No hay comentarios: