miércoles, 1 de agosto de 2007

MIS ESTRELLAS


Tuve mucho miedo aquella noche, cuando sin querer, mirando mis estrellas apareció no sé si en el espacio o en mi mente un fuerte resplandor que bloqueo mis sentidos, me quede insólitamente helado por lo que veía, recuerdo que duró varios minutos que me parecieron varios días. Cuando aquello desapareció, me di cuenta que en mis manos había dos piedras verdes una que al mirarla se desvaneció y la que sostenía mi mano derecha empezó a brillar de una forma que jamás vi; de repente siento la sangre en mis venas y mi pulso acelerado hizo que me desmayara, pasaron varias horas, cuando desperté había amanecido y al mirar mis manos las piedras habían desparecido.
Baje de la mesa en donde me encontraba recostado detrás del granero donde habían unas hermosas plantas de duraznos florecidas, camine hasta mi cuarto, me recosté y quede dormido.
Al despertar sentí la sensación de querer repetir aquella experiencia, no sabía si había sido un sueño o realidad. No conté a nadie lo experimentado, lo había guardado solamente para mí, pasó al lugar donde están mis mas preciados tesoros.
Al día siguiente al llegar la noche regresé a aquel lugar, me preguntaba si lo que estaba en mi mente había sido verdad, fue en ese momento cuando deseé volver a vivir aquella experiencia, me senté en el mismo lugar y me quede dormido, soñé con alguien o algo que me decía, ¡estoy aquí contigo! no tengas miedo, eres pequeño, yo soy pequeño, ¡quiero ser tu amigo!, y continuó diciéndo... vengo de mas allá de la oscuridad y de la luz, mas allá de lo infinito. Tengo una familia como tu y no están conmigo, necesitamos ayuda, si nos la dás te estaríamos muy agradecidos.
Le pregunté:
-¿porque yo?,
me respondió:
-solo di sí o no,
-te digo que si, ¿pero como?
y sólo dijo:
-recuérdalo es tu promesa.
De pronto desperté empapado de sudor, recordé todo, palabra por palabra, pero no podía entender porque me pedía ayuda, ¿qué podría yo hacer? ¿de que manera?, si sólo era un niño.
Al día siguiente debía jugar la final de un partido de fútbol, un torneo que se realizaba anualmente en el barrio.
No podía concentrarme en el entrenamiento, porque aquella voz era constante en mi mente y me repetía una y otra vez que debía ayudarlos.
Ya en el campo de juego el partido se había tornado el más duro de los que había jugado, perdíamos dos a cero, éramos los favoritos de aquel campeonato pero la suerte nos estaba jugando una mala pasada, mis compañeros ya no luchaban, no entendíamos lo que estaba pasando, y por mas que las tribunas nos alentasen no ayudaba.
De pronto vinieron a mi mente aquellas palabras y una luz sofocante lanzada del mismo sol me encegueció, y prometí a aquel enorme monstruo o belleza que ayudaría a aquel llamado.
En un instante empiezo a sentirme con fuerzas, mi cuerpo y mente se tornaron con una agilidad sorprendente.
Todos los espectadores se sorprendieron de aquellas jugadas, de aquel balón que nunca volvió a tocar los pies de nuestros adversarios, todo culminó con nuestra victoria, quise entender lo ocurrido pero no pude encontrar respuestas, solamente quedaba cumplir con aquella promesa y me sentí culpable de tan gloriosa victoria.
Pero como era solamente un niño, me había olvidado por completo de todo, empecé a sentirme culpable de las cosas que pasaban en mi familia, como si en realidad todos dependieran de mi, como si yo pudiera solucionar todo y cada cosa que les ocurría.
Mi padre comenzó a beber de una manera que jamás podía llegar a entender, no veía el porque de tomar, y comportarse tan extrañamente hacia mi.
Los ojos de mi madre que siempre observaban comprensivamente ya no eran los mismos, mis hermanos se volvían en contra mio, cada vez que hablaba.
Me preguntaba ¿por qué? y empecé a recordar los momentos de paz y de tranquilidad que rondaba habitualmente en la familia unos días atrás y apareció en mi mente aquella luz y me maldije por haber olvidado aquella promesa.
Cuando llego la noche decidí regresar al lugar en donde me habían pasado todas aquellas cosas, cuando llegue pude notar muchos cambios, las plantas de duraznos que en aquellos momentos estaban en flor, el viento se las había arrancado, y recordé que no hubo vientos en los días anteriores, menos pudo hacerlo un animal, era como si las hubieran arrancado una por una, tanta cantidad de flores esparcidas que al verlas daba una sensación de dolor y tristeza inmensurables. Me di cuenta que de mis ojos no paraban de caer lágrimas por lo que veía, sentí la tristeza de aquellos árboles, y la ternura de aquella noche que me acariciaba con dulzura, al ver la luna detenidamente me sonrió y calmó la caída de mis lágrimas.
De pronto veo las flores moverse, me asombró aquella luz que apareció entre ellas, esta vez nítida y sensible, se apoyo sobre mis manos como queriendo cobijarse, sentí su ternura diciéndome: ¿recuerdas tu pacto?, yo contesté avergonzado: sí, pero no dejó que me disculpe y dijo: aquellas cosas que han estado pasando en tu familia fueron nada mas que pasajeras, solo sucedieron porque se trataba nada mas que de un llamado de mis padres.
Ahora dime si estás preparado para viajar al mas allá, y con un poco de miedo tarde en contestar, cuando al fin dije si, sin darme cuenta antes de dar mi respuesta, ya habíamos partido. Pude sentir mi cuerpo volar pero al mirar hacia abajo y ver mi cuerpo dormido me asusté, pero aquello me calmo diciéndo: es tu alma y es tu cuerpo, sólo que tu cuerpo no puede transitar por estos caminos, solo recuerda tu promesa y disfruta el conocer mi mundo.
Cuando de pronto me dice ya llegamos y pregunte: ¿y tus padres donde están? me dijo detrás de aquella esfera negra y enorme, un día pasábamos por aquí, escuchamos a alguien pedir auxilio desde aquel lugar, mis padres me pidieron que los esperase mientras acudían al llamado, pero al rato escuché los mismos gritos de auxilio por parte de ellos.
Fue entonces que empecé a deambular, cuando te encontré sentado en aquel lugar con lagrimas en los ojos, pero con muchas ganas y fuerzas de seguir, coraje para enfrentar cualquier cosa en tu vida, me sorprendió ver tantas cualidades en ti y sentí que me podías ayudar. Fue cuando empecé a tratar de contactar contigo, espero me entiendas, ahora necesitamos saber si mis padres aún siguen en el mismo lugar.
Luego de varios minutos de silencio su luz empezó a brillar, pensé que sería una de las formas de comunicarse con sus padres. De aquella esfera tan aterrorizante se prendieron un montón de lucecitas, como si aquellas fueran todas mis estrellas. En un breve segundo, todo quedó como si nada hubiera pasado y pregunte ¿qué puedo hacer yo para que todas aquellas estrellas puedan salir?
Y me contesto, tu estas lleno de amor, comprensión, sensibilidad, une todas tus cualidades y por sobre todo tu amor, tómame entre tus manos uniremos nuestras fuerzas ya que somos los únicos que podemos romper aquello.
De repente vino a mi mente un pensamiento que había aprendido y que jamás olvide, que decía:
"Si piensas que puedes, podrás. Si crees que puedes lo lograrás, todo está en el estado mental. No sabia bien lo que significaba la ultima parte pero tenía una vaga noción que se trataba de una manera de poner en práctica la parte positiva de la mente.
Lo tomé entre mis manos, cerré mis ojos, me concentré en el deseo enorme de lograr sacar de aquel horrible lugar a mis estrellas, tardaron minutos en llegar a mi aquellas fuerzas de deseo y fe para romper aquella esfera.
La luz que brillaba dentro de mis manos, largó un fino rayo de un color que no pude descifrar por tratarse de algo desconocido para mí hasta ahora.
Pronto aquella esfera negra empezó a brillar y a desvanecerse muy lentamente hasta su totalidad, sentí una paz infinita cuando de aquel lugar, pude ver aquellas millones de estrellas liberarse de la esfera que las tenía atrapadas, mis fuerzas ya se habían acabado. Cuando todo aquello terminó pudimos liberar a todas, sentí en mis manos aquella luz debilitándose. En cuestión de segundos aparecieron sobre mi todas mis estrellas.
Ahí estaban los padres de mi pequeño amigo, quien al verlos se llenó de alegría y me dijeron con simples frases, gracias y recuerda que nunca te olvidaremos. Ahora debes regresar de donde vienes, pero recuerda que tu estás lleno de dulzura, ternura pero por sobre todo de mucho amor para dar a los demás, siempre da, sin esperar lo mismo del otro, el mundo fue hecho con amor es por eso que debe ser amado como tal, recuerda siempre que estaremos contigo.
Fue entonces cuando me sentí en paz, regresé con un gran alivio en mi alma y espíritu por el mismo camino por el cual había llegado. Cuando atravesé toda aquella belleza por segunda vez, la luz de mi amigo acaricio mis mejillas y me dijo: siempre entaré contigo, es por eso que de ti no me despido, solo cuando estés en tu mundo y mires como tu dices solitariamente mis estrellas, allí estaremos viéndote y añorándote.
Al sentir mi cuerpo tan cansado pero con una hermosa satisfacción me di cuenta que ya había regresado a mi mundo, al mirar a mi alrededor ya había amanecido, pero mi mayor sorpresa fue ver que aquellos hermosos árboles de duraznos habían empezado a florecer nuevamente.

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