jueves, 2 de agosto de 2007

EL MIEDO


Nada causa tanto sufrimiento como el miedo a sufrir. Evita entonces el miedo innecesario.Por miedo a sufrir soledad, sufris la tortura de una mala compañía.Por miedo a sufrir el final de una relación sufrís por años el infierno de una mala pareja.Por miedo a sufrir las responsabilidades del adulto, sufrís de por vida el actuar como un niño inválido.Por miedo a sufrir a causa de tus errores, sufrís las consecuencias de no comprometerte ni jugarte nunca.Por miedo a sufrir el rechazo de los otros, sufrís en tu soledad y tu aislamiento sin salir nunca hacia el encuentro.Por miedo a sufrir que alguien no te quiera, te convertís en posesivo y lo único que conseguís es que todos te huyan y te quedes solo.Por miedo a sufrir una relación sexual no bien lograda, sufrís por años la castración de una impotencia impuesta por vos mismo.Por miedo a fracasar en tus proyectos, sufrís el terrible fracaso de no emprender ninguno.Por miedo a que tu hijo de un mal paso, lo convertís en un inmaduro y un sobreprotegido, incapaz de dar un paso por su cuenta.Hay un temor al sufrimiento que es sano, porque funciona como una señal de alarma que suena a tiempo para que evites el dolor innecesario.Pero hay un temor al sufrimiento que es dañino, porque es como una alarma que suena todo el tiempo, que te impide vivir y te causa sufrimientos que podrías evitar.Evita, entonces, el miedo innecesario.

No hay comentarios: